Los Olímpicos de Berlín
- desdeninotevengoav
- 13 oct 2020
- 2 Min. de lectura
El club Sport Boys es uno de los equipos más grandes del Perú, por su arraigo popular y su rica historia. En esta oportunidad, tocaremos uno de los temas poco conocidos por los peruanos y que debe de ser motivo de orgullo y dignidad, que enlaza a este populoso club peruano con la selección peruana y una de las mentes más sanguinarias que vio nacer el mundo, Adolfo Hitler.

Corría el año 1936, el mundo se preparaba para vivir la undécima edición de los Juegos Olímpicos que se llevaría a cabo en Berlín, Alemania. En nuestro país, la delegación peruana se alistaba para su participación en esta justa olímpica. El campeonato peruano no se disputó por darle prioridad a la selección peruana.
La selección era conformada por jugadores de Alianza y Universitario, sin embargo, luego de un amistoso contra el Sport Boys (3-1 victoria rosada) y ante la presión popular, la Federación Peruana de Fútbol decidió incorporar a los once titulares del equipo chalaco para que formen parte del equipo olímpico, de ahí su apelativo "Los olímpicos de Berlín".

Ya en los JJOO, Perú había goleado a Finlandia por 7 a 3. El 8 de Agosto de 1936, en el estadio Hertha BSC Platz, se jugó el partido ante Austria, país natal del líder nazi Adolf Hitler. Luego de ir perdiendo por 2 a 0, el equipo nacional logró empatar el partido y forzar el tiempo suplementario donde voltearían con un marcador final de 4 a 2, eso sin contar que el árbitro del partido, el señor Khristiansen, anuló dos goles.
La victoria de los sudamericanos le cayó como un balde de agua fría al Hitler, quien no podía creer que la 'poderosa' raza aria haya sido derrotada por un equipo de negros y mestizos. Es por ellos que los austriacos presentaron un reclamo ante la FIFA para que anulen el partido y que este se vuelva a jugar a puertas cerradas, la protesta austriaca afirmaba que un grupo de simpatizantes peruanos había ingresado al campo a agredir a un jugador europeo. Para intereses de Perú, su representante llegó tarde a la reunión y no pudo presentar su descargo, a lo que se decidió que el encuentro se vuelva a disputar.
Claramente Hitler no aceptaba que fue humillado por una 'raza inferior', pero en un acto de honor y dignidad, el presidente Oscar R. Benavides ordenó que toda la delegación peruana ser retirara de la competencia. Como muestra de solidaridad, Colombia hizo lo propio. Así culminó la primera participación peruana en unos JJOO.
Una historia que debe formar parte de la enseñanza a los niños en los colegios, un tema de identidad nacional, donde sepan que somos un país que humilló a uno de los personajes más despreciables de la historia universal.
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